Cuando la fuga de agua es pequeña es fácil detectarla y hasta tú mismo puedes ocuparte de arreglarlo. A continuación, te explicamos los distintos tipos de roturas que pueden ocurrir en las tuberías.
- Rotura por rajas o grietas:
Cuando hay fisuras hay ver si podría ir a más, o quedar estables. Lo recomendable siempre será reemplazar todo el trozo de tubería dañada o incluso sustituirla por completo. En caso de que la zona sea estable podremos apañarla colocando sobre la zona con una abrazadera.
- Rotura en redondo o tronchado:
Este tipo de rotura se produce cuando la tubería se fracciona o parte en su parte perpendicular. La reparación consistiría en colocar un anillo o abrazadera sobre la parte rota que la cubra por completo y abarque hasta 5 cm más por cada lado.
- Rotura por pequeños agujeros:
Esta rotura se debe en la mayoría de las ocasiones por la corrosión, esta afecta a cualquier tubería (metálica, cobre, acero inoxidable). En este caso podría arreglarse con una abrazadera o también con manguitos que se fijarían soldándolos.
- Rotura por reventón:
En relación a la gravedad que tenga, habrá que cambiará sólo el tramo de la parte dañada o se procederá a la sustitución completa de la tubería.