Las fundas termofraguantes son una novedosa solución de FÁCIL y RÁPIDA INSTALACIÓN, para la RECONSTRUCCIÓN NO DESTRUCTIVA de chimeneas, conductos y tuberías de cualquier tipo, forma, dimensión y uso. Es además una solución certificada y garantizada. El sistema se basa en el uso de unas fundas termofraguantes que permiten la reconstrucción de cualquier chimenea o conducto sin necesidad de intervención con trabajos de albañilería.
Nuestras fundas termofraguantes rellenan, perfilan y modelan las curvas y asperezas del tubo a reparar como si se tratara de un traje hecho a medida gracias al uso de tejidos de alta tecnología. De manera que sin substituir el antiguo conducto ni intervenir con obras de albañilería en el edificio, ofrece un «nuevo» conducto o chimenea dentro del antiguo a reparar. El resultado es un sistema caracterizado por una larga, garantizada y certificada durabilidad.
Ya que no es necesario intervenir en el edificio, el tiempo de realización de la rehabilitación se reduce a unas pocas horas: aumenta la velocidad de montaje sin molestias para el cliente.
El material que forma el producto aísla y mejora la velocidad de salida del humo, favoreciendo así la eficiencia de la chimenea. Todas las fundas tienen una alta resistencia al calor y a la corrosión, por lo que se garantiza larga durabilidad del producto final.
ADAPTABLE A TODAS LAS SITUACIONES
La funda se inserta en el interior del conducto. Luego se infla con aire y vapor de agua para adaptarse perfectamente a la chimenea existente.
La funda actúa como una segunda piel reduciendo la fricción: de esta manera se reviste totalmente el conducto a reparar, incluso las grietas más grandes, creando en el interior de cualquier conducto una nueva capa que garantiza perfectamente la salida de humos y de condensaciones.
INTELIGENTE PORQUE SE APLICA FÁCILMENTE
En el interior de la funda termoendurecible (previamente impregnada con resinas especiales) y una vez insertada en la chimenea inflada y estabilizada primero con aire, se proyecta vapor a alta temperatura. De este modo el calor garantiza en pocos minutos un perfecto endurecimiento de la funda, rehabilitando así el conducto dañado sin la necesidad de obras de albañilería en el edificio, reduciendo notablemente el tiempo y el coste de intervención.