Uno de los primeros materiales usados para construir tuberías fue el plomo. Ya hace años se demostró que las viviendas que contenían tuberías de este material, iban dañando poco a poco la salud en las personas, siendo los más vulnerables los niños, los ancianos y las embarazadas (afectando al bebé no nato).
Esto es debido a que las tuberías de plomo eran usadas para el transporte de agua potable que llegaba a casa y que después era consumida por las personas, provocando una intoxicación progresiva ya que las cantidades presentes en el agua eran mínimas, pero dañaban a la salud poco a poco. Por ello hoy en día se usan otros materiales como el cobre o el plástico para el transporte de agua potable, siendo esto no dañinos para nuestra salud.