En los desatascos de comunidades, que requieren varias horas, es habitual encontrar “madejas enteras de toallitas, multitud de bastoncillos de oído y plásticos de los tampones“. Productos que no son degradables y por lo tanto no se pueden tirar por el baño: “Los costes de mantenimiento de los desagües se han multiplicado en las comunidades de vecinos“, insiste Atxa.
El aumento en la factura parece estar concienciando a algunas comunidades: “Cuando realizamos desatascos solemos dejar parte de lo que hemos sacado para que los vecinos lo vean”, asegura Atxa desde Onaindia.
Los problemas se repiten tanto en los barrios nuevos como en los edificios antiguos, según insiste Eneko Atxa: En los nuevos edificios las bajantes tienen codos (no son verticales completamente) y es ahí donde se producen atascos. En los edificios más antiguos el problema se produce cuando las toallitas se adhieren a las paredes de las fosas sépticas.